Para nosotros, todos y cada uno de los proyectos que llevamos a cabo son especiales, ya que siempre suponen un reto y una nueva oportunidad de seguir aprendiendo. Y este que os presentamos hoy es uno de los que más hemos disfrutado: un producto excepcional, localizaciones bellísimas, gente extraordinaria y, además, la colaboración de grandes profesionales, que, además, son amigos… De este mix solo puede salir un audiovisual como este, hecho desde el corazón.
La D.O. Montilla Moriles quería un audiovisual que expresara sus valores e ideas, que transmitiera su esencia: vinos honestos y singulares, arraigados a su tierra y sus gentes, nacidos del esfuerzo, la humildad, la perseverancia y el amor, en definitiva, directamente del corazón. Después de una larga preproducción, tres días de rodaje en lugares mágicos y muchas horas de montaje y post producción, os podemos enseñar el resultado.
Una vez más nos sentimos muy afortunados de trabajar con clientes y productos únicos, cargados de historia, belleza y personalidad. Gracias de nuevo a la D.O. Montilla-Moriles por hacernos partícipes de un proyecto tan auténtico como este y gracias a los compañeros sin los que no habría sido posible este viaje.